Goni rompe un silencio de 20 años y plantea otra CPE con más libertad para el ciudadano
Propone un país parlamentario con un primer ministro y un presidente “con poder limitado”. En lo económico, que los recursos naturales “sean de los bolivianos y no del Estado”. Proyecta una justicia independiente y el poder electoral transparente
El expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada reapareció tras 20 años de silencio y planteó una reforma constitucional que apunta a “restituir la República” sobre la base de las libertades ciudadanas y la institucionalidad de la democracia con menos poder para los políticos.
“El documento no está destinado a la política partidaria, sino a la sociedad en su conjunto”, escribió el exmandatario desde Estados Unidos (EEUU), país donde reside desde el 17 de octubre de 2003 cuando renunció a su segundo mandato por efecto de la crisis de octubre o la llamada ‘Guerra del gas’. EL DEBER accedió a esa propuesta.
Bautizado como ‘la Constitución de todos’, el proyecto habla de un Estado parlamentario con “un poder limitado” para el presidente. En este contexto, Sánchez de Lozada aclaró que debe ser un ciudadano “de gran autoridad moral”, un “atributo indispensable para que pueda ejercer con dignidad su condición de Capitán General de las Fuerzas Armadas (FFAA) y nombrar, con el asesoramiento de un Consejo de Estado creado para el efecto, a las principales autoridades militares, judiciales y electorales”. Cumplidos los nombramientos, la primera autoridad ya no podrá influir en los designados.
Sánchez de Lozada dijo que por eso se planteó la figura de “un Primer Ministro” que estará a cargo de la administración del Gobierno. “El presidente tendrá como sede de sus funciones la capital de la República (Sucre) y el Primer Ministro la sede del Gobierno (La Paz)”, explicó para precisar que el objetivo principal de este plan apunta a “la estabilidad política y la erradicación del autoritarismo”.
Al ser un Estado parlamentario, el Primer Ministro ejercerá un mandato desde ese poder del Estado por un lapso de cinco años, pero puede quedar en suspenso por efecto de la decisión del Legislativo. La edad mínima para optar por ese cargo, según el plan de Sánchez de Lozada, es de 35 años.
Eso sí, la Carga Magna que proyectó perfila un “Estado unitario” y, con ese tono, una administración departamental que vaya de acuerdo con “un régimen de autonomía y descentralización administrativa territorial”, que le otorga al Primer Ministro la potestad de “designar al gobernador”. Actualmente, las autoridades regionales se eligen a través del voto popular.
“Este proyecto que presento no es ni pretende ser la palabra definitiva”, señaló Sánchez de Lozada. El aporte, insistió, es para la sociedad y no únicamente al sistema político. Explicó que este trabajo contó con el apoyo de expertos y un análisis, “en lo posible desapasionado”, de casos de la historia.
El texto plantea, en lo económico, un modelo liberal. Asegura que debe haber “un rol fundamental para la iniciativa y la creatividad de las personas, sin descartar la intervención del Estado en áreas que éstas no puedan cumplir. El proyecto también propone que la propiedad de la tierra y de los recursos naturales sean de los bolivianos y no del Estado. El papel de éste debería ser el de un regulador que evite monopolios y abusos y defienda a los más vulnerables.
En su sentido más amplio, aspira a hacer de Bolivia una sociedad de personas libres, que sean capaces de desplegar sus potencialidades y, al mismo tiempo, evitar que los poderes políticos y económicos tengan una gravitación desmedida. Aspira, igualmente, a establecer una sociedad respetuosa del medioambiente, abierta al mundo y a las nuevas ideas y tecnologías”, explicó la exautoridad en su propuesta.
Dividida en siete partes y tiene 194 artículos, este texto perfila la reforma constitucional sobre la base de mecanismos parlamentarios y no menciona a la Constituyente para la renovación total.
Basado en estos principios de institucionalidad democrática, la propuesta prevé un sistema judicial de acceso simple e independiente del poder político y un poder electoral transparente como base de un sistema representativo.
“El aporte de un proyecto de Constitución para Bolivia no es original. En el pasado, muchos han propuesto cosas parecidas. La peculiaridad del presente, entre otros aspectos, es que señala claramente y paso a paso los mecanismos para proteger la estabilidad política y evitar que la lucha por el poder se desarrolle al margen de la democracia y sus instituciones. Hace ya mucho tiempo que la humanidad, por lo menos en su ámbito más avanzado, ha dejado de lado la traición, el puñal y el veneno como formas de dirimir esa lucha. Es hora de que Bolivia haga lo mismo. Ese sería un gran logro en un país en el que, con demasiada frecuencia, han surgido y prosperado opciones antidemocráticas de todo tipo”, aludió el exmandatario sin mencionar las tensiones políticas actuales.
Así se repone el Poder Judicial bajo la Corte Suprema de Justicia. “El Poder Judicial se ejerce por la Corte Suprema de Justicia, las Cortes Superiores de Distrito, los tribunales y jueces de instancia, y los demás tribunales, juzgados y organismos de mediación y arbitraje que establece la ley”, señala la propuesta del expresidente.
Para dar viabilidad a esa “independencia”, se establece desde la Constitución la asignación de un presupuesto “no menor al 3% de los ingresos del Tesoro General de la Nación”. En la actualidad, los recursos a los que accede ese Órgano del Estado se asignan cada año y no están establecidos como parámetro constitucional.
En el ámbito electoral, la propuesta de Sánchez de Lozada no reconoce los referéndums y rechaza decisiones institucionales al influjo de la coacción de medidas de protesta y cabildos, entre otros.
Dos décadas
Gonzalo Sánchez de Lozada cumplirá 93 años el próximo 1 de julio. Vive en Estados Unidos desde hace casi cuatro lustros. En Bolivia existe un proceso legal en su contra por los fallecidos en la llamada crisis de octubre de 2003. En 2018, un jurado civil de Estados Unidos lo halló responsable por ejecuciones sumarias, precisamente, por efecto de esas protestas sociales.
“Este año 2023, con la gracia de Dios, habré cumplido 93 años de edad, 19 de ellos, junto a mi familia, en el exilio. Una larga y amarga travesía. La edad vino acompañada, como por suerte ocurre, con una mayor dosis de serenidad y espero que con un poco más de sabiduría; el exilio, con la abrumadora nostalgia de la Patria lejana. Guardé silencio porque sólo se debe hablar si las palabras son mejores que el silencio. Tal vez éste no sea el caso, pero creo sinceramente que ha llegado el momento de decir algunas palabras, fruto de largas reflexiones acerca de Bolivia y su destino”, puntualizó el exmandatario.
Señaló que su reaparición se da en medio de “graves acontecimientos internacionales provocados por la invasión de Rusia a Ucrania”. Consideró así que ese conflicto provocó “una nueva Guerra Fría, esta vez entre China y Estados Unidos. Está claro que nadie va a salir indemne de este estado de cosas, fruto de ambiciones imperiales que en este Siglo XXI creíamos definitivamente superadas”, anotó.
El exmandatario señaló que, aunque “pueda parecer desatinada” la propuesta de cambiar la institucionalidad del país”, el planteamiento va en favor de “la defensa de la libertad y la democracia del asedio del autoritarismo”. Sostuvo que su plan responde no solo a “una necesidad política, sino también un imperativo moral”.
El expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada reapareció en la lid política en un momento marcado por las tensiones y la polarización política que estalló con la crisis de 2019. En ese contexto, recordó a Víctor Paz Estenssoro, uno los principales líderes del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Dijo que en muchos momentos de la historia del país se produjeron hechos en los que “el sol se o
cultó justo al mediodía”, una frase del escritor Carlos Medinaceli. “Incluso, hay un ejemplo paradigmático como fue el compromiso que asumió en octubre de 1963 el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy durante la visita de Estado de Víctor Paz Estenssoro, de dirigir con carácter preferente a Bolivia la ayuda de los recursos de la Alianza para el Progreso y ayudarla en gestiones para obtener una salida soberana al mar.
“Tal compromiso se produjo un año después de la Crisis de los Misiles Nucleares en
Cuba. Kennedy consideraba a Paz Estenssoro el líder de una profunda revolución social no comunista y, por lo tanto, un factor de contención de la expansión soviética en América Latina”. Kennedy fue asesinado un mes después.
Fuente ElDeber
Fuente : eju.tv
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