EL CAMINO DEMOCRATICO Y EL SENDERO STALINISTA – Ovidio Roca – 5.4.2010

El periodo democrático vivido en Bolivia durante los últimos años, con sus aciertos y errores, nos acostumbro a un proceso político que permitía la alternancia de diversos Partidos y visiones en la conducción del país. Este proceso de alternancia democrática se ha roto y el MAS y su conducción stalinista vienen, como reiteradamente lo expresan, con la decisión de tomar el poder total y absoluto del país y presumiblemente quedarse por quinientos años. Para lograr esto no se apartaran ni un milímetro de su estrategia totalitaria para destruir el sistema económico de mercado, la libertad y la institucionalidad democrática e instaurar un sistema comunitario. Su predica, la escuchamos todos los días, es de odio y confrontación. Las  leyes a su entender no son como en los Estados de Derecho para normar las relaciones entre los individuos y con el Estado, sino para castigar al opositor, por eso Linera llama a la Ley de investigación de fortunas como “ley guillotina”, él es un Jacobino y sabe de lo que habla.

Ahora tienen en manos del Ejecutivo todos los poderes: legislativo, judicial y parcialmente el electoral y como es de rigor en los gobiernos totalitarios, usan la ley y la fuerza publica, Policía y Ejercito, para agredir, amedrentar y destruir a la oposición, a “sus enemigos”. Se menciona que en estos momentos, con apoyo cubano-venezolano, están trabajando en mejorar el sistema de “inteligencia”, espionaje gubernamental y control del pensamiento y en perfeccionar los mecanismos de chantaje, coerción, represión y destrucción de sus opositores.

Este proyecto totalitario desconoce absolutamente la voluntad ciudadana. Aunque las autoridades electas por los ciudadanos: Gobernadores y Alcaldes, tienen legitimidad y legalidad de su mandato, tanto o más que la de Evo, éste ensoberbecido declara que solo trabajara con aquellos que le sean sumisos y que solo a éstos les dará recursos. Recursos que no olvidemos son del erario nacional, es decir de todos los ciudadanos. En sucesivos actos electorales el Presidente manifestaba textualmente: “¿Cómo con ese gobernador o prefecto, conspirador, enemigo de Evo Morales, enemigo del cambio puede haber confianza y podemos trabajar por ese departamento? No se puede, es difícil; para trabajar tiene que haber confianza, por eso (…) aprovecho esta oportunidad hacer un llamado a ustedes, los presentes y a los oyentes de toda Bolivia (…) quisiéramos tener gobernadores y alcaldes (del MAS) en todo Bolivia”. La Prensa, 1 de Abril 2010.

El Presidente contraviniendo la Constitución y las leyes, manifiesta enfáticamente que los recursos del erario nacional se entregarán solo a sus partidarios. Esto en un Estado democrático sería inconcebible, pero lo que sufrimos aquí en Bolivia no es democracia.

Postula el MAS, que todo lo que se hizo antes en el país fue negativo y ahora que empieza una nueva era de cambio hay que destruir todo y empezar desde cero para construir el nuevo Estado comunitario. Para lograr la adhesión popular a este su proyecto, especialmente en occidente, usan el racismo, la revancha histórica y como mecanismo de adhesión, la imagen, la cara chola de Evo y todo bajo la batuta del qananchiri stalinista.

Pero la gente tiene memoria y no cree en que todo fue exclusión y racismo como dice la propaganda del MAS. Efectivamente hay racismo, que lentamente fue disminuyendo y permitió la inclusión social, y vale la pena resaltar que las sociedades mas inclusivas y que reconocen y valoran a las personas por lo que son, por su valor moral, por su éxito económico, cultural y artístico, son los pueblos del Oriente, eminentemente mestizos y de mirada abierta al mundo y la modernidad, donde el que trabaja, tiene iniciativa, triunfa, es reconocido socialmente; ahí lo tenemos a Max Fernández, quien no tuvo la culpa por sus hijitos. De aquí también la gran migración hacia el Oriente buscando la libertad y el progreso.

En relación a esto esto, vale la pena ver una encuesta de la UAGRM (Marzo 2010) sobre la intención del voto en Santa Cruz, donde además se recoge la percepción ciudadana sobre los mayores problemas del Departamento. En la misma, problemas críticos que se achacan equivocadamente al modelo democrático liberal, como: exclusión, injusta distribución de la riqueza y discriminación racial, son señalados como problemas en frecuencias bajas, bordean el 10%, mientras los temas cotidianos producto de la ausencia de Estado que actualmente vivimos, como salud, corrupción e inseguridad ciudadana están alrededor del 40%, 50% y 70% respectivamente. Esto nos señala que el país ha venido progresando y que porrazos como el actual nos deben enseñar a avanzar de manera más eficaz y siempre bajo la óptica de lograr el progreso y libertad de las personas.

No olvidemos que el totalitarismo, sobre todo cuando usa como sustento ideológico el racismo y la religión, enervan las peores pasiones del ser humano y logran como lo vimos en la Alemania fascista y la Rusia stalinista, conducir a sus pueblos a las peores aberraciones. Por eso se necesita combatirlo de frente, basados en las leyes, los principios y valores éticos y democráticos que la humanidad ha venido estableciendo para lograr la convivencia y el progreso. La democracia es un bien que se gana con trabajo y decisión, enfrentando día a día los intentos totalitarios y el discurso populista.

Aunque los procesos totalitarios se auto-destruyen, mientras duran corroen la institucionalidad, la economía y la convivencia ciudadana, y si la ciudadanía no los combate, si esperamos pacientemente que desaparezcan, nos arriesgamos ciertamente a que en su delirio nos destruyan a todos.

El triunfo democrático en las elecciones realizadas hoy en Bolivia es un paso en ese sentido. Se venció al MAS y su masiva campaña electoral basada en la prepotencia, el temor, la prebenda, el chantaje y primordialmente el uso criminal del racismo para dividir a la población y las regiones. Y, pese a que los masistas usaron abusivamente el aparato del Estado y los recursos públicos en su campaña, no lograron convencer y el pueblo voto concientemente por la autonomía y el respeto a la diversidad.

Este voto ciudadano nos señalo el camino a seguir, cual es exigir y también colaborar con nuestras autoridades electas, para lograr el desarrollo y el progreso efectivo del pueblo. Ya se realizaron las elecciones y el pueblo votó pidiendo mejor gestión pública, más trabajo y menos discurso; que las decisiones se tomen en el marco de la Autonomía Municipal y Departamental, ejerciendo plenamente sus actuales competencias y trabajando en la próxima Ley de Autonomías para ampliarlas, ahora lo que corresponde es trabajar.

Igualmente se pidió reconstituir la media luna, una propuesta democrática, de desarrollo y complementariedad económica y social entre las regiones del país, las que deben coordinar sus tareas y avanzar en procura de una Bolivia plural, autonómica, prospera, y unida.

Finalmente, recordemos que la gente necesita ver en el día a día, en el bolsillo, en la olla, en la seguridad ciudadana, en la libertad; que las autonomías mejoran su calidad de vida y esto es una tarea urgente para los Gobernadores, Alcaldes y para los ciudadanos que también debemos asumir nuestras propias responsabilidades.

Enviado por el autor ovidio roca avila [ovidroc@hotmail.com]

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