Pega o trabajo? – Ivan Arias Duran – 16.1.2010

Me cuenta un amigo que hace unas semanas se encontró con un militante del partido de gobierno que salía de una repartición estatal el cual se mostraba muy molesto. Como buen amigo le pregunto la causa de su enojo. “Imagínate, vengo donde mi cuate a pedirle pega y el muy vivo me da trabajo, eso no es ayuda” fue la respuesta.

Cierta o no la anécdota ella nos da pie para reflexionar sobre la inmensa responsabilidad que ahora tiene el gobierno para hacer gestión pública, es decir, trabajar. Los cuatro años pasados la política (politiquería?), mediada con elecciones cada año, ha sido la pega de miles de funcionarios públicos ya sean de nivel nacional, departamental o municipal.

El ocio, totalmente contrario a la máxima incaica de no seas mentiroso, no seas ladrón y no seas ocioso, es la practica más extendida entre los funcionarios públicos. Pero la misma no se la aprende en las oficinas sino que viene desde la casa. Miles de niños, adolescentes y jóvenes son educados en un ambiente donde el sentido de la responsabilidad no es inculcado por los padres. Basta entrar a los dormitorios de los futuros funcionarios para saber cómo manejaran la cosa pública: desordenada, sucia y descuidada. Son estos jóvenes, formados en la ociosidad casuna, que terminaran la secundaria, pagando a sus profesores para aprobar sus exámenes ya que no les gusta leer , menos investigar. Es más, dado los mensajes de la real politik que vivimos, muchos jóvenes están seguros que no es preciso esforzarse, quemarse las pestañas estudiando ya que el éxito viene de dedicarle tiempo a otras artes: dirigencia sindical, líder político, bloqueador.

La mayoría de los bolivianos que egresan del colegio o de la universidad están seguros que el Estado debe darles una pega y todos tocan las puertas de los ministerios y entidades públicas. Además tenemos muy metido en la cabeza que solo es decente un trabajo en oficina, aunque nos paguen una miseria, aunque nos traten como a un perro, pero la cosa es estar en una oficina. Por qué? Porque los que trabajan en oficinas, no se ensucian las manos, no deben cargar paquetes, toman su cafecito antes de empezar a peguear, chismean de la vida pasión y muerte de todos los que le rodean, pasan el día jugando cartas, chateando simulando trabajar y cobran, produzcan o no.

Dicen que en Tarija, Samuel Doria Medina, perdió estrepitosamente, porque su propuesta de “pongamos Bolivia a Trabajar” no gusto nada. La ociosidad, la holgazanería hace que muchas familias bolivianas sufran apuros económicos porque so pretexto de la pobreza y de la victimización que hacemos de ella, esperamos la limosna y la caridad. Es preciso que en estos tiempos de cambio partamos por inculcar valores sustentados en la necesidad de estudiar y trabajar con eficiencia y eficacia. Mientras en Chile los ciudadanos leen, en promedio, 6 libros por año, en Bolivia apenas llegamos a uno. Mientras nosotros creemos que el mundo se despierta, preocupado por lo que hacemos los bolivianos, en realidad el mundo se ocupa de avanzar, descubrir y conquistar nuevas tecnologías sin importarles si somos originarios u originales.

Los incas consideraban detestable que alguien pretendiera sin trabajar tener lo que otros obtuvieron de manera esforzada con su trabajo. Sin embargo hoy, el boliviano de a pie, vemos todos los días cómo personas de dudosa reputación, vinculadas al narcotráfico, prostitución, contrabando triunfan, consiguen vivir con gran solvencia económica y hasta se convierten en referentes sociales.

En España, a propósito de los subsidios (bonos) sociales, un diputado señaló que: “Una persona no puede ganar más dinero sin trabajar que trabajando; debemos apostar por un sistema que prime la inserción laboral y no el subsidio. Una economía subsidiaria es la semilla de nuestra destrucción”. Sera que a los bolivianos nos hace bien tanto proliferación de bonos? Nos hacen más trabajadores o mas ociosos?

Ivan Arias Duran

ivan arias duran [ivanariasduran@hotmail.com]

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